sábado, 23 de mayo de 2015

Etapa 15 camino de Santiago en bici: Gonzar-Arzúa


Pasando por aldeas donde se apreciaba el ganado en los establos y ese olor peculiar a excremento de vaca

Salimos de Gonzar desayunados y a las 8 y media estamos en ruta. No son muchos kilómetros hoy, pero las subidas anunciadas en ruta son fuertes y queremos evitar el calor porque el día aparece despejado.

Salimos con frío. Muy abrigados. Y al poco, nos viene un viento del norte frío, que hace cómoda la rodada porque amortigua el calor del sol que empieza a calentar.
Al poco, nos metemos con los peregrinos en el camino dejando la carretera.
Y empieza el peregrinaje por aldeas pequeñas, con toboganes rompe piernas, con alguna cuesta corta pero de un 20% de subida lo que castiga ya las piernas de buena mañana.
Olores a excremento de vaca son una constante. Ya lo comprobamos en Gonzar, y en estos cruces con aldeas pequeñas. Cruzamos Ventas de Naron, y son bastantes los peregrinos ya en ruta que vamos dejando atrás.

Nos acercamos a Palas de Rei y tomamos la carretera de nuevo.
Entramos en A Coruña provincia y los carteles de distancia a Santiago son alentadores.



Por esos lares ya entramos en la N 547 que aunque tiene bastante tránsito, presenta un arcén correcto que nos permite rodar más seguros.

Parada obligada en Melide. Son las 11 y media de la mañana, y hay que degustar en la pulpería Ezequiel su famoso pulpo.
Allí coincidimos con Iñaki de San Sebastián y nos tomamos el plato de pulpo juntos con un par de cervezas. Llevamos días cruzando nos en la carretera, y comentando pormenores. El continuara hasta Fisterra para volver a Santiago. Y le sugiero que queme el saco de dormir, porque al parecer se le ha contaminado con la plaga de chinches que hay en los albergues.

Ya seguimos por la  N 547 que sigue presentando subidas y bajadas al igual que el camino, hasta llegar a nuestro destinó final de hoy, Arzúa, que queda a solo 41 km de Santiago para rematar mañana la llegada en una etapa, que aunque corta, no será tranquila por los toboganes constantes.


El hotel está a pie de carretera pero es tranquilo y con doble cristal.
Decir que desde que hemos entrado en Galicia, estamos comiendo bien de precio y de maravilla.
Pescado, carne, verduras, su famoso caldo gallego del cual cada día me tomo una o dos raciones, y como no ... el pan. Si hay algo por destacar es el magnífico pan que se hace en Galicia, a la antigua, con masa fermentada con levadura madre, consistente, ...un auténtico manjar.

Nos vamos a dormir temprano. Mañana es el final de la aventura y queremos afrontarlo con energía renovada.

Resaltar que el trato de la gente en Galicia es muy acogedor y educado, en contraste con los secos que son en León.

Registro en endomondo del recorrido




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