lunes, 3 de agosto de 2015

Islandia día 1: Rejkavik- Hvolsvöllur

Merche en el faro de Garöskagi
Este año tocaba Islandia. Desde que lo decidimos en nuestro grupo de viaje, nos íbamos haciendo la idea de que íbamos a visitar algo descomunal en cuanto a la fuerza de la Naturaleza encarnada en un territorio. Islandia, mal traducida porque en realidad debería ser país del hielo - Iceland -, es en resumen tierra de agua y fuego...Pero la superficie helada contando sobretodo los glaciares que contiene, supone el 14% del territorio de Islandia. Solo el glaciar de Vatnajokull en la parte sudeste de la isla, supone un 8% por si solo ene superficie helada.

El avión - esa es la pega - sale muy tarde,  las 12 y media de la noche, llegando a Rejkavik de madrugada. Entre lo mal que se duerme en le avión, y que las cortinas del hotel no tapan la luz del sol de medianoche, una noche mal aprovechada en sueño que esperaremos poder recuperar en los días sucesivos.
Luego vimos que la principal pega del día siguiente fue recoger el coche de alquiler, una furgo transporter de 9 plazas 4x4, que nos llevó dos horas por problemas varios.

Así que inmediatamente que tuvimos el medio de transporte nos lanzamos a la aventura de recorrer lo pactado en el día.

Y vamos directamente al oeste de Rejkavik para recorrernos la península inerte - Reykjanes - del sudoeste de la isla. Llegando a Garour nos vamos al faro, para después recorrer paralelos al mar hacia el sudoeste, la península.
Pasado el área del aeropuerto, nos acercamos a Hafnir. Pasamos por una zona llenísima de unas gaviotas muy típicas, vuelan en manadas! gritando continuamente! de cabeza negar y picó puntiagudo, que paraban en la carretera y nos obligaban a parar el coche para no atropellarlas. En algún momento aquello parecía la película de Hichtcock de los pájaros, porque algunos volaban en dirección al coche y se apartaban en el último momento. También vimos algunas muertas en la carretera por conductores que no las esquivaron o no estuvieron atentos.

Pasado Hafnir paramos en el principio de la falla que separa la plataforma eurasiática de la americana. Cada año se separa 2 cm. Curioso de ver.
Muchos asiáticos haciéndose fotos dentro imitando la famosa foto del chico que parecía estar aguantando el puente que la cruza con los dedos.

Interior de la falla. Más adelante la volveríamos a ver ya e el círculo de oro



Reiniciándose el camino, vemos fumarolas a lo lejos, que nos delatan de la presencia de zonas calientes que escupen agua caliente y azufre. Es la zona geotermal de Krisuvic en explotación, donde hay una pequeña laguna azul al lado del complejo del color azul turquesa típico que le confiere el sílice que reacciona con el agua y las rocas volcánicas.
Es impresionante ver como sale agua hirviendo de una de ellas, y de como los alrededores no se pueden pisar porque la temperatura del suelo estaba 100 grados con restos de azufre y una laguna azul se podía observar. La zona esta explotada en cuanto a energía geotérmica, algo que en Islandia pueden presumir de que les sobra.

Una columna de agua hirviendo de unos 2m desde una pasarela de madera



Seguimos ruta hacia el punto de inflexión para tomar el sur de la isla, Grindavik. Antes no dejamos de ver los famosos acantilados junto a un faro, donde sus escarpadas paredes dan cobijo a centenares de gaviotas. A partir de ahí, el paisaje empieza lentamente a cambiar.
De unos parajes inhóspitos y casi desérticos con terrenos sin casi vegetación con coladas de lava donde se deben haber rodado sin duda escenas de películas de ciencia ficción, pasaremos a teniendo el mar al lado a nuestra derecha, a verse una vegetación muy apta para el ganado caballar y ovino preferentemente. Dejamos para el último día, la famosa laguna azul que pasamos de largo.


Suaves praderas con flores, vegetación exuberante y verde pero sin árboles, que se alternan con colinas en un terreno casi plano, en el que se divisan las típicas granjas de paredes blancas y techos rojos, que se pueden ver en las fotos turísticas de Islandia.

Nos dirigimos a destino de pasar las dos siguientes noches en Hvolswöllur, punto de partida de todas las maravillas que nos quedan por descubrir entre glaciares, volcanes, cascadas, ríos, y naturaleza viva como ballenas y frailecillos que sin duda impregnaran nuestras retinas.

Antes haremos una parada en un pueblo de pescadores típico, Eyrarbakki, donde ya enfilaremos de un tirón hacia el hotel que nos espera, de amplia habitación y de espléndida cena como después pudimos comprobar. 
Hay un paseo marítimo desde donde se pueden apreciar cisnes salvajes - una de las tantas zonas donde se ven cisnes salvajes en Islandia - aunque el viento y ferio que hace no hace muy agradable estar subido y expuesto.

Preparado el plan para el día siguiente, nos acostamos relativamente tempranos, hacia las 11 de la noche. Toca madrugar al día siguiente para cumplir el programa.


Las iglesias luteranas son muy típicas en el norte de Europa









lunes, 25 de mayo de 2015

Etapa 16 camino de Santiago en bici: Arzúa-Santiago de Compostela . FIN

Fin de recorrido. Plaza del Obradoiro. La catedral sigue en restauración de fachada.

Salimos de Arzúa en subida, y no paramos en varios kilómetros de subir. Las subidas se alternan con las bajadas, algunas de ellas importantes por la pendiente. Galicia se confirma como una sucesión de toboganes en las carreteras. Pero el ir viendo carteles donde Santiago esta cada vez más cerca nos anima. Pocos peregrinos en el camino, y nuestro objetivó es llegar antes de las 12 de la mañana y plantarnos en la Plaza del Obradoiro, donde la catedral ya sabemos que lleva tapada por obras de restauración de la fachada.







Mientras pedaleamos, me pasan por la mente tantos kilómetros y lugares diferentes dejados atrás, con la imagen de los peregrinos que a medida que se avanzaban las etapas aparecían con gesto de cansancio pero de ilusión y fe en sus caras. Se nota enseguida quién es peregrino de largo recorrido y de quien no. Hablo de los que se apuntan a los últimos kilómetros.

Muchísimo extranjero. Yo cálculo más de un 90%. Y destaca que muchos son sesentones para arriba, como nosotros.

Llegamos a Pedrouzo y después de una tremenda subida que rodea el aeropuerto. A partir de ahí, hasta que nos unamos a Labacolla vamos a compartir el camino con los peregrinos


Llegados a Labacolla, tomamos entonces la N 637 que nos llevara hasta Santiago. Ya se ven las casas y la emoción de acabar ya está cada vez más cerca. Culminar este reto a nuestra edad ha sido muy importante.


Desvío de la subida al monte Gouzo donde la tradición es pararse a contemplar Santiago antes de abordarlo

Pasamos la desviación al monte Do Gouzo, pero desistimos de subir a el. Ya hemos visto una general de Santiago desde hace minutos y entendemos que ese monte y esa vista está reservada a los peregrinos de a pie.


Los últimos carteles de las indicaciones para llegar a la catedral y al centro histórico. Todo en subida. Y el último kilómetro antes de llegar al casco antiguo es una calle adoquinada de mal rodar.
Pero ya todo es igual. Después de tanto bache superado parece que vayamos pisando alfombras de terciopelo...

Han sido 16 días de pedaleo continuo, combinando también el turismo de las zonas recorridas. En total hemos rodado casi 800 km. Ha habido de todo, muchísimo calor pasando por Burgos. Frío al llegar y dejar León y cruzar hacia Galicia. Las etapas más duras ha sido las de Astorga a Ponferrada, la de Santo Domingo de la Calzada a Burgos, y la de Vega de Valcarce a Samos. Subidas y bajadas peligrosas, carreteras muy transitadas a veces, pero objetivo cumplido al fin.

Ahora esperar a la próxima. Quizás una excursión por los castillos del Loira en bicicleta. Ó el canal de Midi que cruza Francia de Este a Oeste desde el Mediterráneo hasta el Atlántico. Si lo coges sin viento parece ser relativamente fácil por la ausencia de desniveles. Ya se verá...

Registro en endomondo del recorrido
REFLEXIONES DESPUÉS DE HABER HECHO EL CAMINO EN BICI



sábado, 23 de mayo de 2015

Etapa 15 camino de Santiago en bici: Gonzar-Arzúa


Pasando por aldeas donde se apreciaba el ganado en los establos y ese olor peculiar a excremento de vaca

Salimos de Gonzar desayunados y a las 8 y media estamos en ruta. No son muchos kilómetros hoy, pero las subidas anunciadas en ruta son fuertes y queremos evitar el calor porque el día aparece despejado.

Salimos con frío. Muy abrigados. Y al poco, nos viene un viento del norte frío, que hace cómoda la rodada porque amortigua el calor del sol que empieza a calentar.
Al poco, nos metemos con los peregrinos en el camino dejando la carretera.
Y empieza el peregrinaje por aldeas pequeñas, con toboganes rompe piernas, con alguna cuesta corta pero de un 20% de subida lo que castiga ya las piernas de buena mañana.
Olores a excremento de vaca son una constante. Ya lo comprobamos en Gonzar, y en estos cruces con aldeas pequeñas. Cruzamos Ventas de Naron, y son bastantes los peregrinos ya en ruta que vamos dejando atrás.

Nos acercamos a Palas de Rei y tomamos la carretera de nuevo.
Entramos en A Coruña provincia y los carteles de distancia a Santiago son alentadores.



Por esos lares ya entramos en la N 547 que aunque tiene bastante tránsito, presenta un arcén correcto que nos permite rodar más seguros.

Parada obligada en Melide. Son las 11 y media de la mañana, y hay que degustar en la pulpería Ezequiel su famoso pulpo.
Allí coincidimos con Iñaki de San Sebastián y nos tomamos el plato de pulpo juntos con un par de cervezas. Llevamos días cruzando nos en la carretera, y comentando pormenores. El continuara hasta Fisterra para volver a Santiago. Y le sugiero que queme el saco de dormir, porque al parecer se le ha contaminado con la plaga de chinches que hay en los albergues.

Ya seguimos por la  N 547 que sigue presentando subidas y bajadas al igual que el camino, hasta llegar a nuestro destinó final de hoy, Arzúa, que queda a solo 41 km de Santiago para rematar mañana la llegada en una etapa, que aunque corta, no será tranquila por los toboganes constantes.


El hotel está a pie de carretera pero es tranquilo y con doble cristal.
Decir que desde que hemos entrado en Galicia, estamos comiendo bien de precio y de maravilla.
Pescado, carne, verduras, su famoso caldo gallego del cual cada día me tomo una o dos raciones, y como no ... el pan. Si hay algo por destacar es el magnífico pan que se hace en Galicia, a la antigua, con masa fermentada con levadura madre, consistente, ...un auténtico manjar.

Nos vamos a dormir temprano. Mañana es el final de la aventura y queremos afrontarlo con energía renovada.

Resaltar que el trato de la gente en Galicia es muy acogedor y educado, en contraste con los secos que son en León.

Registro en endomondo del recorrido




Etapa 14 camino Santiago en bici: Samos-Gonzar

Entrando en Sarria
Salimos temprano de Samos. Hace frío. Y vamos abrigados con maillot, polar y chaqueta de rodaje.
Nada más salir de Samos una buena subida a tramos nos saluda. Nos vamos encontrando con la cruda realidad de que Galicia es una sucesión de colinas y valles, donde las rectas no abundan, y el terreno plano tampoco. Tal parece que el O'Cebreiro ha sido una prueba dura, pero que daba paso a los toboganes rompe piernas que estamos viviendo hoy.

Llegamos a Sarria, último punto de partida de los que quieren conseguir la compostelana, y se concentran por ello cantidad de "pseudo peregrinos" que pretender hacer los 100 km andando hasta Santiago para después presumir ante los amigos que han hecho el camino de Santiago con la compostelana. Se comenta que los verdaderos peregrinos, los que llevan cientos de kilómetros en sus piernas, se quejan de que por la noche no les dejan dormir estos pseudo peregrinos, ya que vienen en tono festivo y en autocares. En Sarria, 10 km después de haber salido de Samos, nos aprovisionamos de agua y fruta. Hemos comprado unas cerezas recién cogidas del árbol, junto a plátanos y nectarinas.

Saliendo de Sarria, una buena subida, y de nuevo los toboganes rompe piernas. El paisaje es excelente. Todo verde, las casas, pequeñas aldeas, riachuelos, pequeños valles que suben apenas un centenar de metros pero que te permiten ver en perspectiva, y una carretera muy bien asfaltada con señalización nocturna y raya de arcén para despiste de conductor en un arcén correcto que te permite rodar por él permitiendo que los coches no se tengan que apartar demasiado al adelantarte. Rodamos por la LU 633. No la dejaremos hasta entrar en la provincia de A Coruña. El único inconveniente es que a veces las ruedas pasan por encima de los puntos luminosos o las estrías blancas anti despiste del arcén.




Con la parada de avituallamiento de la fruta comprobamos que las cerezas están buenísimas, lavadas en una fuente con forma de concha de una parada con mesas de pizarra, algo inusual.

Viene entonces una bajada continuada y pronunciada hacia el embalse del Miño donde vamos a cruzar hacia Portomarín.




Portomarín al fondo

Sabíamos que después de Portomarín vendrían subidas, pero tan pronunciadas y largas ha sido una sorpresa. Con la lengua fuera, y las piernas resintiéndose, algo habitual entre todos los ciclistas que nos vamos cruzando seguimos la ascensión hacia nuestro destinó de hoy, Gonzar. Está unos 10 km antes de Palas de Rei. Lo hemos decidido para no apurar la etapa que presumíamos dura, como así ha sido.
Y hemos reservado en un albergue, con habitación privada doble con baño compartido, para probar como es la vida en un albergue...¡lleno de guiris!
Para empezar no está mal. No se aleja de lo que es un alojamiento rural en un pueblo de solo 58 habitantes, pero los horarios están para los de fuera, y a las ocho de la tarde se cierra la cocina y no sirven cenas después de esa hora. A eso respondemos subiendo al bar de la carretera donde sirven cenas hasta las nueve de la noche.
No tienen wifi y el precio nos parece caro para lo que ofrecen, 35€.
Nos vamos a dormir porque ya sentimos la cercanía de Santiago, y hay que madrugar. Aparte no hay tele y no hay encuentro de diálogo con los guiris que hay en el albergue.



Registro en endomondo del recorrido

Ver siguiente etapa        https://richimotard.blogspot.com.es/2015/05/etapa-15-camino-de-santiago-en-bici.html





jueves, 21 de mayo de 2015

Etapa 13 camino de Santiago en bici: Vega de Valcarce-Samos

Junto a un monumento al peregrino, a 1300 metros de altura
Hoy era el día cumbre. De todas las historias que se cuentan sobre el camino, cobra protagonismo el O'Cebreiro. Por su historia, por su belleza, y por su dureza al coronarlo.

Nos reservamos dormir al pie para tener la mejor de las fuerzas al subirlo. 
El día se levantó muy frío para la época. Por la noche se dieron los 3 grados en Valcarce, por lo que arriba a 1300 m la temperatura estaría por debajo de cero, eso en un mes de mayo camino de junio.
Claro y con sol, salimos muy abrigados. Maillot, polar, chaqueta impermeable de rodaje y en el caso de Merche además la chaqueta anti lluvia. Las manos frías casi no llegan a poder presionar los frenos de lo entumecidas que las llevamos al llevar guantes de ciclista con los dedos al aire.

Comenzamos la subida, y no pillamos el desvío en Herrerías, por lo que nos colamos en la N VI que da más vuelta, sube a Piedrafita del Cebrero y de allí empalmara con O'Cebreiro. Subida empinada en continuo, y al llegar arriba, a la izquierda otra subida empinada constante. Llegamos a la cima, y sucede que todo el mundo se piensa que ya ha acabado. Nosotros llevamos contabilizados 22 km de subida constante y empinada, y aún nos van a faltar 8 más hasta coronar el último puerto, el de Poio.


Vistas espectaculares







Al llegar al alto de Poio se acaba la ascensión y vamos a iniciar una bajada continuada de casi 15 km hasta Triacastela.

El tiempo se nos echa encima, y decidimos después de más de cinco horas encima de la bicicleta parar a comer en Triacastela. Escogemos un lugar muy bonito en el interior del pueblo. Menú peregrino a 10€ pero de calidad.

Seguimos a Samos. Hemos reservado en Hostal Victoria, justo a la entrada del pueblo.
Y ocurre el segundo incidente serio en este viaje. Habíamos reservado habitación el día anterior con un baño especial, y cuando llegamos nos dicen que lo sienten, pero no se dieron cuenta de que esta alquilada, y nos ofrecen un apartamento. Y mira que cuando paramos en Triacastela a comer llamamos al hotel diciendo que llegaremos sobre la cinco, pero que llegamos seguro. Nos dicen "que no nos preocupemos"...Bueno...a cualquier pocilga le llaman apartamento. Sucio, la lámpara estaba con casi todas las bombillas fundidas...protestamos, pero son las seis de la tarde, y no tenemos opción para ir a buscar a otro pueblo alojamiento. Nos dicen que nos cobran 45€ por esa noche y que "demos las gracias", ... Porque su precio afirman es de 70€... Cito a la dueña aparte y le digo que "no nos haga ese tipo de favores" porque ese apartamento no vale ni 30€. Y que no nos gusta. Nos dice que los siente...y yo le digo que lamento no tener un apellido alemán o americano porque a ellos si les han dado las mejores habitaciones. Pero lo peor viene ahora. Merche se mete en la ducha, y al salir no hay toallas...¿dónde están las toallas? Con Merche en la ducha, no hay toallas...Bajo corriendo a decir que faltan toallas. Y tardan más de 20 minutos en traerlas. Y Merche se tiene que secar con una manta del armario. Me fijo en las sábanas, y no parecen limpias ni renovadas. Si no se han molestado en cambiar las bombillas ni en poner toallas, ¿Quien nos garantiza que las han cambiado?...Lo dicho 45€ Para una pocilga.
No me lo pienso más y voy recorriendo todo el pueblo corriendo. Son las ocho. Y busco otro hotel, incluso una casa particular. Todo excepto aquella pocilga. Y encuentro otra habitación. Limpia, perfecta. Vuelvo a Hotel Victoria, recogemos nuestros trastos, las bicicletas cargadas de nuevo le devuelvo la llave y aunque me entran ganas de pedir y rellenar una hoja de reclamaciones, decido seguir adelante y aposentarme en el nuevo hotel. He tenido suerte.
Pero lo más irritante de la dueña fueron sus excusas que atentan contra la inteligencia de uno....Que sí no lo había anotado bien, que si nos ha dado un apartamento que vale 70€ y sólo nos cobrara 45 para compensarnos, que si las bombillas estaban fundidas era porque la señora que hace las camas por la mañana no se había dado cuenta...cuentos baratos que me saben a cuerno porque encima te los cuentan, se los creen ellos y pretenden que tú te los creas. Ese apartamentos llevaría meses sin estar habilitado. Menos mal que marchamos, porque Merche salió con una picadura de chinche que a buen seguro estaba en la manta en la que se vio obligada a secarse.

En fin, siguiendo el espíritu, había que salir por piernas, devolverle la llave sin más, y hacerle romper mi ficha de entrada delante de mis narices, porque ante la policía yo no podía dormir dos veces la misma noche en dos sitios diferentes.

Mañana. Llegaremos hasta Gonzar, pasado Portomarín. Y dormimos en un albergue porque no hay otro lugar. Una habitación privada doble pero con baño compartido.

¡Ya va quedando menos para Santiago!

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miércoles, 20 de mayo de 2015

Etapa 12 camino de Santiago en bici: Ponferrada-Vega de Valcárcel

Saliendo de Ponferrada, vista del castillo por la parte oeste

Si las salidas en ruta del camino, ya vengo diciendo que son complicadas en las grandes ciudades, Ponferrada, sin ser grande, también se apunta al mito. Sigues una acera donde figura la concha, y en la siguiente manzana desaparece la concha como por arte de magia. Al final coges una calle que se llama camino de Santiago, y por lógica la sigues.

La etapa de hoy ha sido muy tranquila, excepto hasta superar Cacabelos, ya que el tráfico ha sido muy intenso y los coches nos pasaban rozando. Tanto es así que uno de ellos me llego casi a rozar las alforjas que sobresalen de lo que es el cuerpo de la bicicleta por no respetar la distancia de 1 metro y medio al adelantar a una bicicleta y gracias a Dios que no llegó a ello, porque la caída hubiese estado asegurada aunque fuese a poca velocidad.

No supimos encontrar una variante con menor tráfico que figura en el mapa, y pasamos enseguida por Columbrianos, Fuentes Nuevas, donde paramos a comprar agua, y con repechones constantes y continuados llegamos a Cacabelos. Por la hora, se presume que el tráfico es por gente que se desplaza a trabajar, y hasta que no henos pasado Cacabelos, parada del plátano del día, el tráfico ha sido constante y en cierta manera peligroso porque la carretera es estrecha y tiene poco arcén, y en algunos lugares es inexistente.

Saliendo de Cacabelos, una buena subida a la que siguen dos más, continuada, y fuerte la primera, obliga a desperezar las piernas y a exigirles el primer esfuerzo del día.

En ruta después de Cacabelos, una zona vinícola de DO El Bierzo

Nos vamos acercando a Villafranca del Bierzo. Pasamos el pueblecito de Pieros y al llegar a la altura de Villafranca, hay la posibilidad de entrar en el pueblo con una importante subida, y preferimos bordearlo por la N VI que tiene un buen arcén.


Villafranca del Bierzo
Nos encaminamos a pasar un túnel en la N VI que abrirá la etapa a circular en un andadero paralelo a la carretera nacional, bien protegido y llano. Una maravilla, aunque sea algo estrecho y para pasar a los peregrinos tengas que parar ( nos hemos propuesto no sonar nunca el timbre, preferimos parar y en todo caso pedir muy educadamente paso) y seguir a continuación la ruta por delante.

Andadero paralelo a la N VI protegido. A nuestra izquierda el río Valcarceny abundante vegetación
Entre cantos de pájaros, el sonido del río, el respirar los árboles, el frío que aún hace, y sabiendo que estamos cerca de nuestro final de etapa de hoy, el camino sigue plàcido. Pronto viene el paso a un pueblo del lugar, Pereje, corregido en algunos letreros como Perexe. El camino se interrumpe en el andadero y te obliga a cruzar la N VI y pasar por el pueblo. ¡Encantador! Quizás estamos en unos parajes muy bonitos que nos adelantan lo que vamos a ver de la Galicia rural hasta que lleguemos a Santiago. Tanto nos gusta, que paramos a hacer las cervezas con aceitunas del día.

Se vuelve a la N VI, al andadero paralelo, y poco más adelante pasa lo mismo con otro pueblo, Trabadelo. Se cruza y volvemos a la carretera hasta que llegamos a nuestro destino, un hotel de carretera muy conocido por todos los camioneros que cruzan la autopista que nos cruza por arriba varias veces desde Villafranca, el hotel Valcarce.

Fin de etapa porque queremos cruzar O'Cebreiro por la mañana temprano y recién comenzada la etapa del día siguiente, ya que las fuerzas están integras en ese momento. Está previsto entrar en Galicia al día siguiente, y nos complace saber que mañana es el último escollo importante de pedaleo porque la pendientes de subida a O'Cebreiro son muy duras según todo el mundo dice, y según los mapas que llegamos.

Aunque estamos en León aún, todo cambia drásticamente. La amabilidad de la gente, la comida, la calidad de la misma... Ya estamos en Galicia casi. En sus límites. Y el final del viaje, Santiago, ya está mucho más cerca.
Reservamos en Samos, 50 km de distancia, y un lugar que la vez que cruzamos esta ruta en moto, nos quedó pendiente saber que cuando hiciésemos el camino, pararíamos allí.

Registro en endomondo del recorrido





martes, 19 de mayo de 2015

Etapa 11 camino Santiago en bici: Astorga-Ponferrada

Puerto del Fierro. Dice la tradición que hay que tirar una piedra en el lugar y pedir protección.
Hoy nos levantamos con todo el ánimo del mundo. Sabemos por el mapa y el recorrido, que estamos ante una de las dos etapas más fuertes dentro del recorrido del camino en España. Y que coronaremos la cima más alta del mismo: 1515 m. Y que tendremos una banda en continuo después de coronar otro puerto que hay unos kilómetros más allá, el de las antenas, de parecida altura, de casi 25, casi llegando a nuestro destinó que es Ponferrada.



El día es soleado pero fresquito. Ha bajado bastante la temperatura desde el día anterior, y aún se prevee que baje más en el día y los dos siguientes. Eso para rodar es sensacional. Salimos pues abrigados.
Hasta Rabanal del camino no empieza el "sarao" de la subida. Pasamos simplemente repechones en una carretera con poco tráfico ya que es comarcal. Es para desplazamientos de la gente entre los distintos pueblos. El que quiere ir a Ponferrada lo hace por la autopista o por la Nacional. 

A unos ocho kilómetros pasamos por un pueblo - Santa Catalina de Somoza - que hoy es triste noticia por estar relacionado con la desaparición de una peregrina americana el pasado 5 de abril del 2015, justo 4 km antes de llegar a destino en el albergue donde se la esperaba en el pueblo de Ganso.
Han habido batidas por la zona sin ningún tipo de resultado, pero este tema se ha reavivado cuando el pasado sábado 15 de mayo, hubo un intento de secuestro de una mujer que estaba haciendo ejercicio por la zona cercana a dicho pueblo, y desde un coche se la intento raptar. Dos individuos dentro, que hablaban un acento extranjero, intentaron introducirla a la fuerza en el coche. Aunque se dice que puede ser un hecho no relacionado con la desaparición de la peregrina - Denise Theim, 41 años, que hacia el recorrido del camino de Santiago sola - pero por comentarios de una vecina de Astorga, parece que la pista de los perros de la GC siguiera la pista hasta Santa Catalina de Somoza, y allí se pierde el rastro. Sobrecoge un poco pasar por un lugar que sabes ha desaparecido una persona, y que preocupa mucho a la gente del lugar. Se sabe que hay una amplia investigación en curso, y que quizás no se dan datos por no enturbiar la labor de investigación de las autoridades y que ojalá este dato del pasado sábado y el testimonio de la mujer que se ha intentado secuestrar esperemos de luz a este, estos, extraños sucesos. Nosotros venimos observando que muchas mujeres solas hacen el camino, y que hay gente que sale de noche aún temprano para evitar lo máximo las horas de calor.

Pasamos El Ganso y Rabanal del camino, y el camino se empina, y la carretera se estrecha y aparece bacheada. Hace peligroso el rodar y hay que extremar las precauciones. El camino discurre en senderos paralelos con bastantes peregrinos que deben haber salido de El Ganso y de Rabanal del Camino. 
Pronto superamos Foncebadon y la cuesta se acentúa. Estamos cerca de coronar la Cruz de Fierro. Al lado la ermita de Santiago. Un vecino de Astorga nos comento que el año pasado por mayo, había nieve en lo alto. Vamos por la carretera LE 142. Seguimos en ascenso continuado y sorteando en algunos tramos a peregrinos. Pasamos por el albergue Manjarin, un hippy que vive en la zona, que ofrece cama, pero que no se ve muy limpió el lugar, aunque sí curioso.
Viene otro repechón pronunciado y pasamos el Collado de las Antenas, de parecida altura al anterior de Cruz de Fierro y es aquí donde empieza la bajada en continuo pronunciada. Hay tramos en que hay que bajarse por precaución y lo peor es el peso de las alforjas que descompensa la estabilidad de la bicicleta unido a los baches de la carretera que la hacen peligrosa.

Al fondo cuando estábamos bajando se podía ver Ponferrada  
Pasamos el pueblo de El Acebo. Un pueblo encantador con casas típicas de alta montaña y calles estrechas. A continuación Riego de Ambros donde la pendiente se suaviza pero continúa. Aquí hay un precipicio considerable a la izquierda y una vista espectacular del valle, donde se ve a lo lejos el Teleno con restos de nieve en sus cumbres.

Llegamos a Molinaseca, precioso pueblo y casi ya el fin de la bajada desde las cimas de más de 1500 m.

Molinaseca
 A partir de ahí la carretera ya es otra en su firme, y ya vemos el fin de etapa muy cerca. Hemos reservado en el hotel Madrid, en pleno camino, y muy cerca de la zona antigua y del castillo de Ponferrada, una maravilla que ya visitamos el año anterior pero que por la noche iluminado tal como vimos luego, es algo digno de verse.

    
Recorrido total: 50,80 km


Siguiente etapa        https://richimotard.blogspot.com.es/2015/05/etapa-12-camino-de-santiago-en-bici.html