Un alto en el camino, desde Arnhem hasta Ede, para descansar y apurar una manzana |
Una de las inquietudes que teníamos Merche y yo, era ir a rodar en bicicleta a Holanda, un auténtico paraíso para relajarse pedaleando. Hacía más de un año que lo teníamos planeado, el año pasado por motivos de trabajo no pudo ser, pero por fin pudimos cumplir nuestro sueño éste año.
Tomamos el coche, cargamos las dos bicicletas, y nos hicimos casi 1600 km ida, y 1600 km vuelta, simplemente para rodar por los bellos parajes, nada complicados en esfuerzo de subidas y bajadas, y hacer el máximo número de kilómetros. Con un artilugio apoyado en la rueda de repuesto, las bicis viajaron perfectamente sujetas.
Escogimos como punto de destino e inicio de nuestros desplazamientos en bicicleta, la zona que llaman "corazón verde de Holanda", y nos situamos justo en el centro de dicha zona, en un triángulo comprendido entre las poblaciones de Arnhem, Apeldoorn y Ede.
Ahí se encuentra el parque nacional de Veluwe (Nationaal Park De Hoge Veluwe), muy conocido y querido por los holandeses, un gran bosque cubierto en un 40% de hayas, cruzado por mil caminos, espectacular, y muy recomendable para los que no lo conozcáis.
Nuestro bungalow, demasiado grande para nosotros, y caro, aparte de que te hacen pagarlo por adelantado: 405€/semana |
Las casas que bordeaban el camping eran todas espectaculares, con sus jardines cuidados, sus ventanas abiertas mostrando el interior, sus macetas y jarrones en unos ventanales muy altos imagino que es para garantizar la máxima entrada de luz. |
El Veluwe Park, está enclavado en la región de Holanda conocida como Geelderlaand. La capital de la misma es Arnhem, y el parque tiene una extensión de 5800 hectáreas.
Su historia data de principios del siglo XX, cuando esa extensión de terreno sufrió una profunda sequía, y se devastó forestalmente, hasta que la pareja Kroller-Muller compró esos terrenos con el ánimo de reforestarlos, y vallarlos para preservar la fauna animal dentro del mismo.
Hay un museo que se puede visitar que toma su nombre.
Cuando lo bordeas en coche, hay zonas, en la carretera que vá de Ede a Appeldoorn, en que debes bajar a 60 km/h la velocidad, por riesgo de paso de animales salvajes, al estar atravesando una zona boscosas que no tiene las vallas que lo rodean.
Dentro del recinto del parque, hay una zona conservada como originariamente estaba, desforestada y con arenas y dunas, para recordar como era en un principio dicho terreno, antes de la reconversión que llevaron a cabo la pareja Kroller-Muller.
Las pistas de bicicletas están muy bien delimitadas |
En muchos lugares, carteles te recuerdan el riesgo de que se crucen en tu camino animales salvajes que allí viven. |
Pistas de bicicletas, en paralelo a las carreteras que comunican los pueblos citados |
Las sombras que generan las hayas, son extraordinarias, dandole al bosque un aspecto de intimidad y acogimiento muy atractivo.
Las inmediaciones del parque están señaladas |
Rótulo que advierte del peligro de cruce de animales |
Los paseos dentro del recinto, el de pago, los hicimos un domingo. Ello quiere decir que nos encontramos con "domingueros ciclistas", gente que habitualmente no vá en bicicleta y que no respeta las normas, invade los carriles, van en doble ó triple fila, ... el peor día para recorrerlo por dentro. Observar el gesto que hace Merche cuando le obligan casi a salirse de la pista - minuto 2, 40 segundos -porque le vienen en fila de a tres en contra...
Pero había que hacerlo.
Antes lo habíamos recorrido por los exteriores - carretera de Arnhem a Ede con lluvia -, en poco más de 50 km en ida y vuelta desde el camping donde estábamos, ó en recorridos espontáneos que entraban desde las cercanías de Ede.
Los pájaros dentro del parque, maravillosos sus trinos y cantos territoriales...
Cruzando el Markmeer en coche
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