miércoles, 9 de mayo de 2012

Caminata por la playa

Hoy hacía el día ideal para caminar por la playa.
Calor pero no demasiado, ya que el sol no está aún perpendicular como en verano, un poco de viento, la brisa marina típica, el agua no demasiado fría, y Merche y yo decidimos hacer algo, que constituye una fuente de salud: caminar descalzo por la orilla y por dentro del agua, ya que son aguas que cubren poco, como todas las que hay al sur de Barcelona.

Lugar: Castelldefels playa
Recorrido: Desde la zona de Playafels hasta el final de Paseo Marítimo, Port Ginestá
Richi

Para ser un día de cada día, había gente en la playa
Algunos se bañaban, otros tomaban el sol, alguna pareja se ahorraba el dentista al trabajarse a fondo una buena limpieza de boca mutua, y al haber viento, había unos cuantos "surferos" de los que navegan con el ala al viento a 100 metros por encima suyo, algo que es espectacular desde luego, y que hay que dominar para que no te arrastre hacia adentro, por la velocidad que toma el ala delta, y la destreza que demuestran gobernando la dirección con los hilos, estirando desde cada mano.

Los tejanos, aunque arremangados, se nos han puesto bien mojados, y al acabar, como la arena es muy fina, se han  "rebozado" en los bajos, fácilmente eliminada la arena con las duchas de pies que funcionaban perfectamente, para no ser época de baño todavía

Merche



Después de más de hora y media de caminata, sin llegar a los 7 km porque la velocidad se limita, ya que se camina arrastrando agua a cada paso, nos hemos "desrebozado" convenientemente en unos bancos puestos saliendo de la playa, junto al paseo interior que recorre la playa, y de ahí, con buena gana, nos hemos ido bajo un pinar con sombra, y en un banco improvisamos el típico picnic rememorando al que elaboraban nuestras madres en la infancia, cuando no había coches y los domingos y fiestas, era típico viajar en trenes abarrotados de gente, hacia el apeadero de Castelldefels, con parada en Pº de Gracia calle Aragón.
¿El menú?...os lo podeis imaginar: tortilla de patatas al buen estilo "merche" (le salen magníficas y jugosas), empanadillas de atún (¿"encanna"?) (especiales sin gluten, que yo tolero y ella se las come igual), dos piezas de fruta, mucha agua, y el café para mí y helado para ella en un  bar típico de la zona de Playafels.

Antes de volver a casa, con un cansancio inusual para el corto recorrido, por aquello de la extraordinaria fuerza que se debe hacer con las piernas, al arrastrar los pies en el agua, nos dimos un paseo en coche por las zonas de Montemar, Bellamar, y Poal, recordando viejos tiempos de nuestra juventud, en todos los aspectos.

Los beneficios que hemos adquirido por esta caminata, son:

  • Activación circulatoria del retorno venoso en ambas piernas
  • Favorecimiento del drenaje linfático
  • Masaje del agua al golpear en pies y piernas
  • Exfoliación natural de las pieles resecas de los pies, y por tanto regeneración (la piel "nueva" queda muy suave)
  • "Desinfección" natural por los componentes del agua de mar, para hongos que se instauren en uñas ó entre los dedos (hacen falta más de 10 sesiones de hora y media para ver sus efectos)
  • Absorción de oligoelementos muy valiosos para el organismo, que están disueltos en el agua de mar, como el yodo, el sodio, el potasio, y el calcio con la ayuda del sol.
  • Tonificar los músculos de los gemelos, por la acción de la fuerza y por el contraste del frio del agua
  • Renovación del aire en los pulmones, aire puro cargado de los tan beneficiosos iones negativos.
  • Brisa marina cargada de yodo beneficioso para la tiroides.
  • Baño de sol, que con la protección adecuada, contribuye al relax y funciona como antidepresivo a la vez. 
No es la mejor hora para realizar este tipo de caminata, ya que sería mucho mejor hacerlo a primeras horas de la mañana ó a últimas horas de la tarde, pero en mayo el sol aún no está a tope, y la brisa refrigeraba bien nuestros rostros.

Recorrido registrado en Endomondo - Smartphone con GPS Galaxy S II





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